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9 septiembre 2024 San Pedro Claver, presbítero de la Virgen del Claustro; de la Virgen María de Arantzazu; del beato Frédéric A. Ozanam, laico.

Hoy, día 9 de septiembre, celebramos la festividad del Nacimiento de: san Pedro Claver, presbítero de la Virgen del Claustro; de la Virgen María de Arantzazu; del beato Frédéric A. Ozanam, laico.

Pere Claver nació en Verdú (Urgell) en 1580. A los 22 años era novicio de la Compañía de Jesús en Tarragona. Y será en Cartagena de Indias donde se ordenó sacerdote en 1616, y hizo voto de ser él mismo “siempre esclavo de los etíopes” (todos los negros eran considerados entonces etíopes). En su apostolado en Colombia, fue tan fiel que muy apropiadamente trajo a XIII el proclamán patrón de las misiones entre los negros. Fue canonizado en 1888, después de morir en Catagena de Indias en 1854.

Solsona venera desde hace siglos una bonita talla románica, de María con el Niño que lleva el nombre de la Virgen del Claustro. Esta advocación mariana, tan popular en Solsona, proviene de la leyenda de que la imagen habría sido hallada en el pozo del claustro de la catedral.

La Virgen María de Aranzazu es la patrona de Gipuzkoa. Su santuario es lugar de encuentros y mantiene el rescoldo de la lengua y la cultura vascas, y es uno de los grandes puntos de referencia religiosos del País Vasco. Según la tradición, la Virgen se apareció sobre un espino junto a la villa de Oñate en el pastor Rodrigo de Baizategi en 1468. Y allí, en medio de un paraje de gran belleza, se venera su imagen, una talla de finales del siglo XIII salvada de un incendio en 1834.

Frédéric A. Ozanam, hijo de un oficial de Napoleón nació en 1813 en Milán, fue un laico y político católico francés de fe viva y profunda. Profesor en la Sorbona, escritor y apologista, sentó las bases del nuevo pensamiento social defendiendo la justicia en las relaciones laborales y humanas. Con un grupo de amigos inició actividades en defensa de la fe y de la iglesia, hasta que descubrió que, sin acción social seria, la fe no resultaba creíble. De ahí nacieron las Conferencias de San Vicente de Paúl, inspiradas en la labor que San Vicente había realizado dos siglos antes. Murí en Marsella en 1853, siendo beatificado en 1997.