Hoy, día 6 de agosto, celebramos: la festividad de la Transfiguración del Señor (San Salvador); y la de los hermanos Justo y Pastor, mártires.
En la Biblia, la montaña, el Tabor como el Sinaí, es el sitio de la proximidad con Dios. Hoy celebramos el evento de la Transfiguración en el que Jesús llevó a tres de sus discípulos a una montaña alta para prepararlos a asumir el escándalo de la cruz, y el anuncio de la adopción que hace de todos los creyentes hijos de Dios en el Hijo. Es tradición que muchos que llevan el nombre de Salvador celebren hoy el santo.
En los primeros años del siglo IV, en tiempos del emperador Diocleciano, la comunidad cristiana sufrió la última gran persecución que fue de las más sangrientas. Según la tradición, Justo y Pastor eran dos hermanos de 7 y 9 años, nacidos en Complutum, el actual Alcalá de Henares, hijos de padres cristianos, a los que el prefecto romano quiso hacer abandonar la fe sin conseguirlo. Y por eso, son condenados a ser torturados y ejecutados en el año 304. El culto de los hermanos se extendió pronto a toda la liturgia hispánica.