Si, en el texto de hoy del libro de Sirácides, asimilamos la palabra sabiduría con una manera de manifestarse Dios mismo, y, por nuestra parte, estamos convencidos que es una manera de acercarnos a la inmensidad de la revelación de Dios, en el final del párrafo sobre el que la Iglesia nos propone reflexionar, nos será fácil reconocer la experiencia de Emmanuel: «He sacado brotada en un pueblo lleno de gloria, en la posesión del Señor, en su heredad.»
Digamos todos juntos una palabra, y no nos cansemos de repetirla: ¡gracias!