Hoy, día 5 de noviembre, celebramos la festividad de san Zacarías y santa Isabel; de santa Ángela de la Cruz, religiosa; y de la beata María Ràfols, virgen.
San Zacarías y santa Isabel, padres del Precursor
Son los padres de Juan Bautista, el precursor, y parientes de María, la madre de Jesús. Según el evangelista san Lucas, eran “justos ante los ojos de Dios y seguían irreprochablemente los mandamientos del Señor”. Zacarías era uno de los sacerdotes que por turnos oficiaban en el templo de Jerusalén y, junto con su esposa, sufría el dolor de no tener hijos. En aquella época, no tener descendencia se consideraba una vergüenza, sobre todo para la mujer, y un castigo de Dios: los hijos eran la prueba de la vitalidad de una pareja y la seguridad para la vejez. Hasta que Dios se compadece de ellos con el anuncio del nacimiento de un hijo, quien prepararía la venida del Mesías.
María, al conocer el embarazo de Isabel, fue a visitarla, y el encuentro de las dos madres se convirtió en una gran alegría y alabanza a Dios Salvador, estallando en un cántico que comienza así: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva…”. Y cuando nace Juan, Zacarías alaba al Señor con otro cántico que comienza: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo…”.
Santa Ángela de la Cruz, virgen
Ángela Guerrero nació en Sevilla en 1846. De joven trabajaba en un taller de calzado y le gustaba visitar iglesias y casas de pobres. Su frágil salud le impidió entrar en un convento. En 1875, ella y tres compañeras más se unieron para fundar las Hermanas de la Compañía de la Cruz, que pronto se dedicaron a ayudar a los pobres, los enfermos y los más necesitados de la sociedad. Angelita Guerrero se convirtió así en Ángela de la Cruz. No se reservó ningún derecho para sí misma, sino que lo dejó todo al servicio de los pobres, a quienes solía llamar “sus señores”. En poco tiempo se unieron a ella nuevas hermanas, viviendo también en gran pobreza. La congregación, que gozó de una rápida expansión, fue aprobada por el Vaticano en 1904. Ángela murió en 1932 y fue proclamada santa en el año 2003.
Beata María Ràfols, virgen
Nació en Vilafranca del Penedès en 1781. Durante la epidemia de cólera de Barcelona en 1803 conoció al padre Juan Bonal y juntos concibieron la idea de fundar una congregación dedicada a la asistencia hospitalaria: las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Atendiendo la petición del hospital de Zaragoza, se trasladó allí junto con otros voluntarios, desplegando una gran actividad, especialmente durante los sitios de la Guerra de la Independencia. Fue una mujer ejemplar que se entregó totalmente al arduo servicio desinteresado de los necesitados, hasta su muerte en 1853. Tras su fallecimiento, su fama creció, siendo proclamada por la ciudad de Zaragoza “Heroína de la Caridad”. Fue beatificada en 1994. Su fiesta se celebra el 5 de noviembre, aunque el martirologio romano la conmemora el 30 de agosto, día de su fallecimiento.

