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5 de mayo 2025 San Ángel, religioso; de Máximo de Jerusalén, obispo; de santa Irene, mártir; y del beato Salvi Huix, mártir.

Hoy, día 5 de mayo, celebramos la festividad de san Ángel, religioso; de Máximo de Jerusalén, obispo; de santa Irene, mártir; y del beato Salvi Huix, mártir.

San Ángel de Jerusalén, religioso

Nació en Jerusalén hacia el año 1185 en el seno de una familia judía convertida al cristianismo. Fue uno de los primeros miembros de la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (carmelitas), y después de ser ordenado presbítero recibió la misión de obtener de Roma la confirmación de la Regla de su orden. La etapa final de su vida transcurrió en Sicilia, por lo que también se le conoce como san Ángel de Sicilia, y allí destacó como predicador. Fue apuñalado por la espalda un 5 de mayo del año 1225 por uno de los personajes importantes del lugar, a quien había denunciado por su falta de ética.

San Máximo de Jerusalén, obispo

Bautizado con el nombre de Maximionas, en tiempos de las últimas persecuciones durante el emperador Maximino Daya (305-313), fue condenado a trabajos forzados en las minas, tras sacarle un ojo y quemarle un pie con hierros candentes. Más tarde, ya en tiempos de paz, se hizo monje tomando el nombre de Máximo de Jerusalén y posteriormente fue nombrado obispo de esa ciudad, donde intervino en la construcción de los santuarios de los lugares santos. Murió posiblemente en el año 348.

Santa Irene, mártir

Detrás del nombre de Irene late uno de los anhelos más nobles de la humanidad. Originado en la palabra griega eiréne, significa “paz”, pero en su sentido más positivo, heredado de la tradición clásica. De origen eslavo, vivió en la segunda mitad del siglo I y cambió su nombre pagano de Danae por el de Irene al convertirse al cristianismo, añadiendo al nombre el sentido de la caritas cristiana. Según la leyenda, salió milagrosamente ilesa de numerosos intentos de martirio por no renunciar a la fe: fue arrojada a los pies de caballos salvajes, lanzada a un pozo lleno de víboras, serrada, y atada a una rueda de molino. Fue muy venerada en la antigua Bizancio.

Beato Salvi Huix, obispo y mártir

Nació en 1877 en la casa familiar de Huix, en Sant Hilari Sacalm. Tras ser ordenado presbítero en la diócesis de Vic, ingresó en la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, de la que fue Superior. Posteriormente fue nombrado obispo de Ibiza y en 1935 de Lérida. Durante los primeros días de la Guerra Civil fue encarcelado. La Generalitat organizó su traslado a Barcelona, y al ser detenido en un control, comentó a sus compañeros: “Ya estamos en Sants”, en el sentido de que era la estación final del viaje hacia el martirio. Pidió ser el último en ser ejecutado para animar y absolver a sus compañeros, todos fusilados la madrugada del 5 de agosto de 1936. Fue beatificado en 2013.