Hoy, día 5 de abril, celebramos la festividad de san Vicente Ferrer, presbítero, y de santa Irene de Tesalónica, virgen y mártir.
San Vicenç Ferrer, presbítero
Eclesiástico y escritor, nació en Valencia en 1350. Hijo de un notario gerundense, fue un hombre singular que participó activamente en la vida eclesial y política de su época. Ingresó muy joven en la Orden Dominicana y se preparó concienzudamente, estudiando en Barcelona, Lérida y Toulouse, hasta que en 1378 fue ordenado sacerdote.
Gracias a su fuerte personalidad y a sus amplios conocimientos, pronto fue nombrado Predicador General de la orden. Su controvertida intervención en el Compromiso de Caspe no disminuyó en absoluto su fama apostólica. Hombre de gran preparación en teología, lógica, filosofía y con un profundo dominio del hebreo, su autoridad en estas materias era indiscutida. El rector de la Universidad de París dijo de él: “Nadie mejor que él sabe la Biblia de memoria. Su palabra es tan penetrante que inflama como una tea encendida los corazones más fríos (…) Para hacerse entender mejor, se sirve de metáforas admirables”.
También intervino en los grandes conflictos de su tiempo, trabajando por el fin del Gran Cisma de Occidente y por la conclusión de la Guerra de los Cien Años.
Falleció en Vannes (Francia) un 5 de abril de 1419. Como esta fecha suele coincidir con la Semana Santa o con la Octava de Pascua, en la Comunidad Valenciana, de la que es patrón, su festividad litúrgica se celebra siempre el lunes después del segundo domingo de Pascua. Fue canonizado en 1458.
Santa Irene de Tesalónica, virgen y mártir
Irene (cuyo nombre en griego significa “paz”), nació en Tesalónica, en la actual Grecia. Durante la persecución de Diocleciano en el año 304, huyó con sus hermanas mayores, Ágape y Quionia, a las montañas para esconder los libros sagrados de la comunidad cristiana.
Fueron descubiertas y, al negarse a ofrecer sacrificios a los ídolos, sus dos hermanas fueron ejecutadas. Irene, tras varios intentos de persuadirla para que abandonara la fe, fue llevada a un burdel y finalmente ejecutada.