Hoy, día 4 de noviembre, celebramos la festividad de san Carlos Borromeo, obispo, y la de los mártires Vidal y Agrícola.
Carlos Borromeo nació en Arona, Lombardía, en 1538. Sobrino de Pío IV, ayudó a este como cardenal secretario de estado, a la vez que era arzobispo de Milán, aunque con dispensa de residir allí para poder colaborar en Roma con el papa. Tras la muerte del papa, se trasladó a Milán, donde trabajó para revitalizar la vida cristiana a través de sínodos, visitas pastorales y normas. Ordenó la creación de las primeras escuelas parroquiales de Europa. Cuando estalló la peste en la ciudad, organizó la atención a los enfermos con gran eficacia. Se dedicó plenamente a sus fieles, aplicando las decisiones del concilio de Trento. Escribió numerosos sermones e instrucciones. Murió en 1584, con solo 46 años. Su canonización fue proclamada en 1610.
Vidal y Agrícola son dos mártires de Bolonia, fallecidos en la persecución de Diocleciano, en el año 304. Vidal era esclavo de Agrícola, y fue torturado y muerto primero, delante de su amo, quien lo consolaba.