Hoy, día 4 de enero, celebramos la festividad de: Santa Isabel Seton, religiosa; y Santa Ángela de Foligno, terciaria franciscana.
La santa de hoy, Isabel Seton, nacida en Nueva York en el año en que estalló la guerra de independencia americana, pertenecía a una influyente familia protestante de la iglesia episcopaliana. Madre de cinco hijos, tras quedar viuda, decidió pasar una temporada fuera de los Estados Unidos, concretamente en Italia, donde probablemente comenzó una profunda vivencia religiosa que transformó radicalmente su vida. De regreso a Nueva York, se convirtió al catolicismo y fundó un instituto religioso que dio origen a la estructuración escolar y hospitalaria de los Estados Unidos, conocido como las Hermanas de la Caridad de San José. Murió en 1821 en Nueva York, a los 47 años, y fue proclamada santa en 1975.
Ángela de Foligno nació en una familia acomodada de Foligno, una ciudad de Umbría cercana a Asís, en 1248. Durante sus años de juventud, así como en su etapa de esposa y madre, llevó una vida licenciosa y llena de desvaríos, según confesó amargamente después. Alrededor de los 35 años perdió a toda su familia, y fue entonces cuando sintió una fuerte llamada de Dios a la conversión. Se encomendó a San Francisco y peregrinó a Asís en busca de confesión y ayuda espiritual para iniciar una nueva vida. Como terciaria franciscana, tuvo grandes experiencias místicas, visiones de la Pasión de Cristo y éxtasis. En su espiritualidad, todo giraba en torno a la cruz, el corazón de Jesús y la eucaristía. Mística y escritora medieval, murió a los 60 años preparada en la más dócil disponibilidad, confiando siempre en la gracia divina. Fue canonizada por el Papa Francisco, y sobre su sepulcro se han obrado innumerables milagros.