¿Sabes que no eres Dios? En el fondo es la argumentación que hoy, el libro de Job, pone en boca de Dios mismo. Cuando los hombres nos situamos en nuestro verdadero lugar, desde la fe, podemos empezar a entender, pero debemos acoger la fe y a Dios mismo, sabiendo que es infinito y nosotros finitos. ¿Cómo me sitúo delante de Dios?
Señor, ante las dificultades de mi comprensión, que mi mirada no se aparte de Ti.