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4 de noviembre de 2025 San Carlos Borromeo y los mártires Vidal y Agrícola

Hoy, día 4 de noviembre, celebramos la festividad de san Carlos Borromeo, obispo, y la de los mártires Vidal y Agrícola.

San Carlos Borromeo, obispo

Nació en Arona, Lombardía, en 1538. Sobrino del papa Pío IV, fue nombrado cardenal con solo 22 años y, pocos años después, arzobispo de Milán, aunque con dispensa de residir allí, para poder colaborar en Roma con el papa, de quien era secretario. En Roma llevó un modo de vida no muy distinto del de los aristócratas seglares, hasta que la muerte repentina de su hermano, en 1562, le “hizo tomar viva conciencia de nuestra miseria y de la verdadera felicidad de la gloria eterna”, iniciando una conversión profunda y un deseo de vivir una vida espiritual seria. Apoyó al papa en la reanudación del Concilio de Trento, que supuso la clarificación doctrinal de varios puntos puestos en duda por los reformadores protestantes y una reforma efectiva de la Iglesia, tanto de la jerarquía como de los fieles.

Tras la muerte del papa, en 1565 se trasladó a Milán, donde trabajó intensamente por revitalizar la vida cristiana mediante sínodos, visitas pastorales y normas. Ordenó la creación de las primeras escuelas parroquiales de Europa. Cuando estalló la peste en la ciudad, organizó la atención a los enfermos con gran eficacia. Se dedicó por completo a sus fieles, aplicando las decisiones del Concilio de Trento. Escribió numerosos sermones e instrucciones. Con su actividad y su vida personal, se convirtió, para la Contrarreforma católica, en el verdadero modelo de obispo: “El obispo, si vive, ha de vivir únicamente para Dios y para la salvación de sus fieles”; es decir, ha de ser santo y cuidar de los fieles de su diócesis. Aconsejaba a sus sacerdotes: “Entended, hermanos, que no hay nada tan necesario para los hombres de Iglesia como la oración mental, que debe preceder, acompañar y seguir todas nuestras acciones”. Murió en 1584, con solo 46 años, y su canonización fue rápida: en el año 1610.

Vidal y Agrícola, mártires

Según refiere san Ambrosio, fueron dos mártires de Bolonia, muertos durante la persecución de Diocleciano. Vidal era esclavo de Agrícola; al no renegar de la fe cristiana, fue torturado y crucificado con muchos clavos que atravesaban todo su cuerpo. Los verdugos hicieron presenciar el suplicio a Agrícola, para intentar que cambiara de opinión, pero al no conseguirlo, finalmente también él imitó a su siervo en el mismo martirio y murió en la cruz.

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