El relato de hoy de los Hechos de los Apóstoles nos dice que Pablo y sus compañeros iniciaron un viaje para hacer crecer la Buena Nueva; en «el sábado entraron en la sinagoga… Acabada la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les dijeran: – «Hermanos, si tenéis una palabra de exhortación para el pueblo, hablad». Así lo hizo Pablo, con un discurso que recuerda la historia de la salvación. Si me tocara hacerlo a mí, ¿qué diría? ¿De qué soy testigo?
Señor, que no nos olvidemos nunca del amor que nos tienes.