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4 de mayo 2025 San Gotardo, beato Ceferino Giménez Malla “el Pelé”, santa Antonina de Nicea y de san José María Rubio

Hoy, día 4 de mayo, celebramos la festividad de san Gotardo, obispo; la del beato Ceferino Giménez Malla “el Pelé”, laico; de santa Antonina de Nicea, mártir; y de san José María Rubio, presbítero.

San Gotardo de Hildesheim, obispo

Gotardo (Godofredo) nació en Baviera. Después de ser monje peregrino en varios países, ingresó finalmente en el monasterio de Niederalteich, donde llegó a ser abad e introdujo la reforma cluniacense. Reavivó el monacato en Germania, con el apoyo del emperador san Enrique. En 1022 fue ordenado obispo de Hildesheim, en la Baja Sajonia alemana, donde reformó iglesias, construyó hospitales y promovió la educación.

“Dejad que la humildad sea la base de todas vuestras acciones, y así vuestra vida será luz para los demás.”
Murió en 1038 y fue canonizado casi cien años después, en 1131. Una cadena montañosa de los Alpes lleva su nombre, posiblemente porque en su cima se construyó una capilla en su honor.

Beato Ceferino Giménez Malla “el Pelé”, laico

Según la tradición oral gitana, nació bajo el carro en Benavent de Segrià y fue bautizado en Fraga, en el año 1861. Siguiendo la costumbre, le pusieron el nombre del santo del día: Ceferino. Más tarde se le añadió el apodo gitano “El Pelé”, probablemente en alusión a su valentía. Nunca fue a la escuela, y le bastaba contar con los dedos para sacar adelante su negocio de compraventa de caballos en las ferias.

Piadoso, asistía a misa y comulgaba a diario, rezaba el rosario en casa y a menudo por la calle. Miembro de varias asociaciones religiosas, caritativo y siempre con su pañuelo al cuello.

Al inicio de la guerra civil en 1936, defendió a un sacerdote que arrastraban por las calles de Barbastro:

“¡Madre de Dios! ¡Tantos hombres contra uno, y además inocente!”.
A pesar de tener 75 años, lo golpearon y, al registrarlo, le encontraron un pequeño rosario que siempre llevaba en el bolsillo, por lo que fue encarcelado. A partir del 26 de julio y durante todo agosto, tuvieron lugar fusilamientos masivos de sacerdotes de la zona: benedictinos del Pueyo, claretianos, escolapios y otros. La noche del 8 al 9 de agosto, trasladaron a Ceferino al cementerio junto a otros doce hombres, entre ellos el obispo de Barbastro; y allí los mataron a tiros. Todos los mártires fueron arrojados a una fosa común. Su beatificación fue proclamada el 4 de mayo de 1997.

Santa Antonina de Nicea, mártir

Probablemente originaria de Nicea, en la actual Turquía, sufrió el martirio durante las persecuciones de Diocleciano. Tras ser torturada y permanecer dos años en prisión, al negarse a renunciar a su fe, fue ejecutada en su ciudad natal, posiblemente quemada viva.

San José María Rubio, presbítero

Nació en 1864 en Dalías, Almería, siendo el mayor de trece hermanos de una familia campesina muy pobre. Entró en el seminario de Almería y estudió en Granada y Madrid. Tras ser ordenado, obtuvo el doctorado en derecho canónico en Toledo y fue profesor en el seminario de Madrid. Después de una peregrinación a Tierra Santa, donde vivió profundas experiencias espirituales, ingresó en la Compañía de Jesús en 1906 y fue destinado a los barrios más pobres de Madrid. Fue conocido por muchos como el “gran apóstol” de Madrid.

El padre Rubio creó diversos grupos de laicos dedicados al apostolado social y fundó escuelas sociales. El lema de su vida fue de entrega total:

“Hacer lo que Dios quiere, querer lo que Dios hace.”

Murió en 1929 y fue canonizado en 2003.