Pablo dice a los corintios, y también a nosotros, que, si hemos conocido la fe, no es ni por la sabiduría, ni por tener más información, ni por ser fuertes, ni por ser más considerados socialmente; sino todo lo contrario: para que así nadie pueda gloriarse ante Dios. ¿Qué es lo que hace convincente mi fe?
Gracias, Señor, porque me has escogido a pesar de lo poco que soy.