Pablo hace ver a los romanos que «no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: «¡Abba, Padre!». ¿Cuáles son las actitudes que yo debería tener para vivir sinceramente como hijo?
Señor, deseo que lo que ahora te digo siempre sea verdad en mi corazón: yo confío en Ti, porque quiero ser consciente de mi dignidad de ser hijo Tuyo.