Pablo nos pregunta: «¿Quién nos separará del amor de Cristo?». Y responde más adelante «ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor». Y, sin embargo, somos nosotros mismos quienes nos alejamos si no somos capaces de responder a su amor, con amor.
Señor, que sepa amarte siempre.

