Con la sobriedad de su vida, Juan Bautista se hace suyas estas palabras de Jeremías: «Cíñete los lomos: prepárate para decirles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo… ». Cuando tienes que hablar de tu fe con alguien que es indiferente o no cree, ¿te da miedo algo?
Con los salmistas di: Mis labios dirán a todo el mundo cómo me ayudáis.