Hoy, día 26 de diciembre, celebramos la festividad de san Esteban, protomártir.
San Esteban vivió en el siglo primero en Tierra Santa. Festejado por la iglesia al día siguiente de Navidad, es el más representativo de un grupo de siete compañeros. La tradición ve en este grupo, el germen del futuro ministerio de los “diáconos”, si bien cabe destacar que esta denominación, no está presente en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Elegido por la comunidad, como responsable del grupo de cristianos de lengua griega, marcó claras y decididas distancias con la religión, y las leyes judías afirmando que el mensaje evangélico estaba más allá de toda barrera de raza o religión. Por este hecho, fue detenido y condenado a morir apedreado, en Jerusalén, en el año 33 o 34. Y él, mientras le apedreaban, imitando a Jesús, mostró cuáles eran los únicos criterios importantes para un cristiano: confiar en Dios , y amar y perdonar como Jesús.