Hoy, día 26 de octubre, celebramos la festividad de:
Santos Luciano y Marciano, mártires
A finales del siglo IX fueron llevadas a Vic las reliquias de estos dos santos, que habrían sido martirizados a mediados del siglo III en Izmit, en Nicomedia, al noroeste de la actual Turquía. Desde entonces han gozado de una notable veneración en la ciudad de Vic, donde llegaron a ser considerados sus principales patronos, aunque actualmente el patronazgo ha sido transferido a san Miguel de los Santos.
Los relatos legendarios de su martirio narran la conversión y martirio de Luciano y Marciano. Los dos hermanos invocaban al demonio con sus artes mágicas y maléficas, con las cuales seducían a los jóvenes llevándolos al pecado y al adulterio. Codiciando ambos a una hermosa sierva de Dios, no pudieron seducirla con sus encantamientos porque estaba protegida por el mismo Jesucristo. Reflexionaron sobre el hecho y se dijeron que, si Jesucristo mismo vence a los demonios y de nada sirven las artes mágicas, debían convertirse a Él y a su doctrina. Así, convertidos por la gracia de Dios, se entregaron al ayuno, la oración y la predicación de la doctrina cristiana.
Durante las persecuciones del 250-251 fueron encarcelados y, al negarse a abjurar de su fe, fueron quemados vivos: “Los beatísimos mártires Luciano y Marciano padecieron siete días antes de las calendas de noviembre, bajo el emperador Decio y el procónsul Sabio, reinando nuestro Señor Jesucristo, a quien se da honor y gloria, virtud y poder por los siglos de los siglos. Amén.”

