Hoy, 25 de mayo, celebramos la festividad de san Beda el Venerable, presbítero y doctor; san Gregorio VII, papa; y santa María Magdalena de Pazzi, virgen.
San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia
Nació en el año 673 cerca del monasterio benedictino de Wearmouth, en Inglaterra. Desde los siete años vivió entre este monasterio y el de Jarrow. Se le llama “Venerable” por su gran sabiduría y conocimiento. El Concilio de Aquisgrán lo nombró “Beda, el Venerable y maravilloso doctor de nuestro tiempo”. Es el prototipo del sabio eclesiástico de la época carolingia: “siempre aprender, enseñar o escribir”, con una vida marcada por la oración y el canto coral. Hombre polifacético, con profundos conocimientos de los clásicos latinos, del griego y del hebreo, destacó principalmente como exégeta de la Sagrada Escritura y también como historiador de Inglaterra.
Decía:
“Las Sagradas Escrituras están por encima de todos los demás libros, no solo por su autoridad divina, o por su utilidad como guía hacia la vida eterna, sino también por su antigüedad y su forma literaria.”
Murió en el año 735 a los 62 años. Fue canonizado en 1899.
San Beda consideraba el nacimiento de Cristo el centro de la historia: fue el primero en contar los años “antes de Cristo” y “después de Cristo”. El cálculo que elaboró científicamente para establecer la fecha exacta de la celebración de la Pascua, y por tanto del año litúrgico, se ha convertido en el texto de referencia para toda la Iglesia Católica. También inventó las notas al pie de página.
San Gregorio VII, papa
Hildebrando de Sovana fue un monje nacido en la Toscana hacia el año 1020. Influido por la reforma cluniacense, fue asumiendo diversas responsabilidades eclesiásticas hasta que el pueblo lo aclamó como papa en el año 1073, con el nombre de Gregorio VII.
Situado en la línea de reforma de la Iglesia iniciada por León IX, luchó contra los abusos de la época como la simonía y el nicolaísmo, y adoptó un sistema de gobierno centralizado, afirmando la primacía papal sobre el poder secular, lo que le provocó fuertes enfrentamientos con reyes y eclesiásticos. La reforma gregoriana y la lucha por las investiduras aumentaron notablemente el poder papal, aunque finalmente fue derrotado militarmente y depuesto. Murió exiliado en Salerno el 25 de mayo de 1085. Fue canonizado en 1606.
Santa María Magdalena de Pazzi, virgen
Nació en Florencia en 1566 y fue bautizada con el nombre de Catalina. Pertenecía a una familia de gran influencia en la política de la ciudad. Al hacerse monja carmelita tomó el nombre de «María Magdalena», y profesó postrada en una camilla debido a su enfermedad. Fue llamada a las más altas experiencias místicas, a través de dolorosas purificaciones. Colocó a la Trinidad en el centro de la vida espiritual y eclesial, así como la experiencia interior como un profundo amor a Dios. A las novicias las exhortaba a difundir la buena noticia del amor de Dios con esta invitación:
“¡Venid y amad al Amor!”
Suspiró y oró por la reforma de la Iglesia, y con este fin escribió cartas al papa y a otros dignatarios.
Murió de tuberculosis un 25 de mayo de 1607, a los 40 años, y fue enterrada en el monasterio que hoy lleva su nombre. Fue canonizada en 1669.