Hoy, día 25 de abril, celebramos la festividad de:
San Marcos, evangelista
Es quizá el joven que huyó desnudo de Getsemaní, cuando arrestaron a Jesús. Se llamaba Juan Marcos, y era hijo de una mujer llamada María, en cuya casa se reunía la comunidad cristiana de Jerusalén. También era primo de san Bernabé, quien se lo llevó en el primer viaje misionero que realizó con san Pablo, con quien volvió a reunirse años después viajando con él a Chipre y Roma. Testimonios antiguos lo presentan también como intérprete de Pedro, quien habla de él llamándolo «mi hijo» en la primera carta de san Pedro. Y lo más importante para nosotros: nos dejó el relato del evangelio, el más antiguo que tenemos, que nos acerca con toda viveza y cercanía a los hechos y las palabras de Jesús.
Según la tradición, murió martirizado en Alejandría entre los años 68 y 72 d.C., en tiempos del emperador Trajano. En los Hechos de san Marcos, del siglo IV, se describe que un 24 de abril fue arrastrado por las calles de Alejandría, atado con cuerdas al cuello y luego encarcelado; al día siguiente, un 25 de abril, habría sido arrastrado nuevamente y habría muerto.
Su cuerpo habría sido trasladado en el siglo IX a Venecia, de donde es patrón desde el siglo XI. Es considerado Patriarca por la Iglesia Copta. También es patrón de los notarios, de los vidrieros y de los ópticos. A san Marcos se le representa llevando o escribiendo el Evangelio; también en forma de león «alado», que se asocia con el desierto.