Hoy, día 24 de julio, celebramos la festividad de: san Xarbel Makhlouf, presbítero; santa Cristina, mártir; y de los hermanos Boris y Gleb, mártires.
Xarbel Makhlouf, es un monje maronita libanés que vivió 20 años en comunidad para después llevar una vida eremítica centrada en la adoración y la comunión eucarística. Fue al encuentro del Señor en 1898.
Cristina murió en el siglo III en Bolsena, en la Italia central. La tradición nos habla de que la causa de su mártir fue el haber destruido a los ídolos de metal de su padre para distribuir los pedazos a los pobres. Fue su propio padre quien la torturó hasta su muerte porque se negaba a ofrecer sacrificios a los dioses.
Boris y Gleb, dos de los hijos de los grandes duques de Kiev, nacieron a finales del siglo X. La cristianización de Ucrania y Rusia fue tardía si la comparamos con el resto de Europa. Según la tradición, estos santos fueron asesinados en 1015 por sicarios enviados por su hermano mayor que no se conformaba con el reparto de territorios repartidos a la muerte de su padre. La iglesia ortodoxa los canonizó en 1071 y la católica en 1724.