Hoy, día 24 de diciembre, celebramos la festividad de: santa Tarsila, virgen; de san Delfín, obispo; y de los santos antepasados de Jesús.
Tarsila, tía de san Gregorio Magno, llevó una vida de continua oración y de singular abstinencia.
Delfín fue obispo de Burdeos (Francia) en el siglo IV. Llevó a cabo una gran actividad pastoral en aquellos tiempos en los que la Iglesia iba adquiriendo cada vez más fuerza, cuando el duro período de las persecuciones ya quedaba lejos. También trabajó para fortalecer la fe católica frente a las herejías y mantuvo una relación muy estrecha con san Paulino de Nola, quien quiso que fuese él quien lo bautizara. Murió hacia el año 400.
Y, finalmente, los santos antepasados de Jesús, que en el martirologio o catálogo de los santos de la Iglesia católica se han incluido hoy, víspera de Navidad. Esta festividad conmemora, dice el texto, “a todos los santos antepasados de Jesús, hijo de David, hijo de Abraham, hijo de Adán; es decir, a todos aquellos que agradaron a Dios, y fueron encontrados justos y fieles a la fe cuando murieron, y que no llegaron a ver las promesas de Dios, sino que solo las pudieron vislumbrar desde lejos”. Es una buena manera de prepararnos para el nacimiento del Hijo de Dios, recordando la larga descendencia de hombres y mujeres de la cual él procede, y que lo hace plenamente miembro de nuestra frágil y, al mismo tiempo, amada historia humana.