«Vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor». Este deseo de Pablo para nosotros debería ser imperativo. ¿Qué es lo que hace difícil ponerlo en práctica?
Señor, yo quiero ser santo, quiero vivir en comunión contigo y con mis hermanos.