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23 septiembre 2024 San Pío Pietrelcina, Santa Tecla y San Lino

Hoy, día 23 de septiembre,  celebramos: la festividad de san Pío de Pietrelcina, presbítero; de santa Tecla, virgen y mártir; y la de san Lino, papa y mártir.

Francesc Forgione nace en el pueblo de Pietrelcina, en la región de Nápoles, en mayo de 1887. Hijo de una modesta familia de campesinos, desde pequeño sufrió problemas de salud. A 15 años hace el ingreso en el noviciado de los Padres Capuchinos, en la ciudad de Morcone, y la formación en la escuela espiritual de san Francisco de Asís; donde cambió su nombre por el de Pío de Pietrelcina. En 1910 es ordenado sacerdote. En 1918 mientras oraba ante un santocristo, le aparecieron las llagas de Nuestro Señor. Este capuchino pasó su vida religiosa, en el convento de San Giovanni Rotondo, donde ejerció el ministerio en medio de grandes dones carismáticos y de sospechas, por parte de autoridades eclesiásticas. Ya en vida, su irradiación se convirtió en internacional, gracias a los grupos de oración ya un centro asistencial que funda. El 23 de septiembre de 1968, encomendó el alma a Nuestro Señor, a la edad de 81 años. Su canonización fue proclamada en 2002.

Tecla nació en Iconium, en la actual Turquía, en el siglo I. Este nombre procede del griego Théos-Kleos, “gloria de Dios”. La tradición presenta a Tecla, como una cristiana convertida por el apóstol Pablo, en uno de sus viajes misioneros, y más adelante colaboradora suya, en el anuncio del evangelio. Posteriormente, volvió a su tierra y vivió como anacoreta, hasta que el Señor la llamó a la edad de noventa años. Esta vinculación con san Pablo hace que Tecla sea especialmente venerada en lugares relacionados con la presencia del apóstol, como es el caso de Chipre, Colonia, Milán y Tarragona, de donde es Patrona de la ciudad. Su culto tuvo una gran divulgación, ya en el siglo II, a partir de la obra apócrifa “Actas de Paz y de Tecla”. En 1319 llegó a Tarragona el supuesto brazo de la santa.

Lino fue el primer sucesor de Pedro, al frente de la iglesia de Roma, según atestiguan las listas más antiguas de los obispos romanos. La tradición dice, que gobernó la sede romana, durante once o doce años y murió mártir. Fue sepultado, después del martirio, junto a la tumba del Apóstol.