Scroll Top

22 de julio 2025 Santa María Magdalena y Beato Jacob Lombardie

Hoy, día 22 de julio, celebramos la festividad de: santa María Magdalena y la del beato Jacob Lombardie, mártir.

Santa María Magdalena, discípula del Señor

Fue una de las mujeres que seguían a Jesús desde Galilea: “Le acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios” (Lucas 8,2).

Los evangelios nos dicen que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en el momento de la Pasión. Entre ellas destaca María Magdalena, que permaneció fiel al pie de la Cruz y junto al sepulcro, y tuvo el honor de ser la primera testigo de la resurrección del Señor, la primera en ver el sepulcro vacío y comprobar la verdad de su resurrección. Como dice san Gregorio Magno: “primero buscó y no lo encontró, perseveró en la búsqueda y por eso lo halló; el deseo aplazado crecía y ese crecimiento hizo que encontrara lo que buscaba”. Cristo tiene una consideración y misericordia especiales hacia ella, y le manifiesta su amor cuando lo busca en el huerto con angustia y sufrimiento, con “lágrimas de humildad”, como dice san Anselmo.

Precisamente por haber sido testigo presencial de Cristo resucitado, María Magdalena fue también la primera en anunciar a los discípulos la alegría de la resurrección del Señor. Siglos más tarde, santo Tomás de Aquino le dedicó el singular calificativo de “Apóstol de los Apóstoles”: ella es testigo de Cristo resucitado y anuncia el mensaje de la resurrección del Señor, como el resto de los apóstoles.

Beato Jacob Lombardie, presbítero y mártir

Nacido en Limoges, Francia, en 1737, y ordenado sacerdote en 1763. En tiempos de la terrible persecución de la Iglesia durante la Revolución Francesa se negó a jurar la Constitución Civil del Clero y por ello fue expulsado de la parroquia y se refugió en Limoges, donde fue arrestado y encarcelado. Finalmente, el 5 de mayo de 1794 fue recluido en una pequeña embarcación en la costa de Rochefort en condiciones infrahumanas. Allí enfermó, se le negó cualquier auxilio y quedó reducido a piel y huesos. Soportó su situación con alegría y paciencia, demostrando durante su cautiverio su fidelidad. Murió mártir el 22 de julio de 1794 y fue beatificado en 1995.