Un aroma desprende el texto de Sofonías: la emoción de la alegría; pero aún es más intenso cuando leemos este texto pensando en la celebración de hoy: María que ya lleva en las entrañas el anuncio de su maternidad, visita a su prima mucho más avanzada en su gestación. Es una alegría que se comunica, pero también es la experiencia que trasciende la persona. Cuando miramos a María, sabemos como es de verdad el texto que leemos: «Tienes dentro de tí a tu Señor». Esto es lo que dice Elisabet, pero esto es lo que también decimos nosotros a la Iglesia. Nosotros podemos ver en María la gracia que Dios le ha dado, pero también como María es figura de la Iglesia, también descubrimos la gracia con que Dios nos ha bendecido a cada uno de nosotros cuando participamos, estamos en comunión y descubrimos que el Dios que se ha hecho como nosotros está en la entraña de nuestra vida, de nuestra comunidad. ¿Estamos contentos de esta maravilla que Dios ha obrado?
Señor, que mi fe no sólo sea para mí el motivo de mi gozo, sinó que el gozo de mi vida ilumine a los que viven en la oscuridad.