En Atenas, Pablo se adapta, tanto como puede, sin traicionar el mensaje, a la mentalidad de los griegos. De ahí que al principio de su discurso en el Aerópago dice: «…Este Dios desconocido, que vosotros ya veneráis sin conocerlo, es el que os vengo a anunciar.» Cuando hablas de temas de la fe, ¿te esfuerzas para adaptarte a la mentalidad de tu prójimo?
Señor, que sea siempre un instrumento fiel de tu palabra.
Última actualització: 28 mayo 2025