Pablo y Bernabé encuentran dificultades en las sinagogas para poder hablar abiertamente de su fe, por eso hacen saber a los judíos: «ahora nos dirigiremos a los que no son judíos… Cuando oyeron ésto los que no eran judíos, se alegraron, y alababan la palabra del Señor». La misión siempre ha sido uno de los retos que la Iglesia ha tenido para hacer conocer el evangelio de Jesús. ¿Tú te consideras un misionero? ¿Qué te falta para que las personas que no piensan como tu, en tu entorno, puedan conocer el don liberador de tu fe?
Señor, que los enviados a las misiones siempre tengan el calor y la ayuda de quienes formamos la Iglesia.