Isaías pone en boca de Dios: «La palabra que sale de mis labios no volverá infecunda, sin haber hecho lo que yo quería y haber cumplido la misión que yo le había confiado».
Señor, que tu palabra fecunde mi corazón; que mi vida sea un campo donde Tú trabajes a gusto.
Última actualització: 11 marzo 2025