Ezequiel denuncia, con la imagen de los pastores que se aprovechan del rebaño sin cuidarlo, las actitudes de quienes, teniendo una responsabilidad sobre otros, en lugar de ponerse a servir a quienes más lo necesitan, no lo hacen y, en cambio, se sirven de los demás. A tu alrededor hay personas que esperan algo de ti; tú ¿qué les das? ¿Y a los que son más débiles y pesados, y a los que son menos inteligentes y brillantes?
Señor, enséñame a ser un buen pastor.