La descripción majestuosa que hace el libro de Daniel, quiere ser una aproximación a la majestad de Dios. Debemos entenderla como una aproximación simbólica. Así, cuando nos describe cómo iba vestido, nos dice: «su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima». Nos quiere hacer ver la pureza inconmensurable de su figura. Seremos más capaces de entenderlo en la medida que vayamos purificando nuestra propia vida. ¿Qué debes hacer?
Señor, que te conozca.