El relato de hoy de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta la conversión de Pablo. Ananías es enviado por el Señor para imponer las manos y así Pablo quedar lleno del Espíritu Santo. Para convencer a Ananías, el Señor le dijo: «Este hombre es mi instrumento preferido para dar a conocer mi nombre a los paganos, a los reyes y al pueblo de Israel. Yo le haré comprender todo lo que tiene que sufrir por el hecho de anunciar mi nombre». Cuando el Señor toca el corazón del hombre puede llegar a trastornar la humanidad, como le pasó a Pablo.
¿Te dejarías tocar el corazón, como hizo Dios con Pablo, a pesar de los problema que te pueda comportar? ¡Pídeselo!