Nos dice el libro de la Sabiduría que: «Se decían los impíos, razonando equivocadamente:” … Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos. Lo someteremos a ultrajes y torturas… Lo condenaremos a muerte ignominiosa». ¡Nos recuerda tanto la historia de Jesús! Y tantos otros que siguiendo Jesús son perseguidos.
Señor, que no les falte ni me falte nunca la fortaleza en momentos de prueba. Líbrame, Señor, de la tentación de hacer de verdugo con los que no me caen bien.