Estos días de cuaresma sabemos que estamos especialmente llamados a la conversión, que puede querer decir, no sólo replantear actitudes para ser fieles a la ley del amor, sino revivir agradecidos el don de la fe que hemos recibido. Así lo expresa el texto del Deuteronomio: «ten cuidado, guárdate bien de olvidar las cosas que han visto tus ojos y que no se aparten de tu corazón mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos». ¿Cuáles son los pasos que más te han marcado en tu fe? Da gracias.