Parece, a primera vista, que Dios pide a Abraham hacer una locura con su hijo único: matarlo para ofrecerlo como sacrificio, pero el texto nos enseña que Dios mismo a través del ángel impide hacer una barbaridad semejante. Los estudiosos dicen que desde entonces se entendió que no hacían falta sacrificios humanos. Pero el texto subraya que Dios elogia y bendice Abraham: «por haber hecho esto, por no haberle reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones…». Abraham es tenido por padre de los creyentes por su capacidad de saber escuchar a Dios. A ti, ¿qué te parece que te pide Dios? ¿Lo escuchas en el fondo de tu corazón?
Señor, enséñame a escuchar-Te.