El libro del Deuteronomio nos dice: «Moisés habló al pueblo, diciendo: … Hoy has elegido al Señor para que él sea tu Dios y tú vayas por sus caminos, observes sus mandatos, preceptos y decretos, y escuches su voz». Esto que va dirigido al pueblo de Israel, hoy también es dirigido a ti. ¿Qué haces para que sea así?
Señor, yo solo soy incapaz de seguirte, pero estoy seguro de que, si me infunde fortaleza, viviré a fondo la promesa de contarme entre tus queridos.