Absalón, el hijo que deseaba y luchaba por conquistar el trono de su padre David, es muerto a causa de un accidente, por un partidario del rey David. Pero el texto nos subraya también cómo, a pesar de todo, David sufre y se interesa por su hijo Absalón y tiene un gran disgusto cuando conoce la muerte de su hijo. Un ejemplo de estima hacia los enemigos; y nosotros por cosas menos importantes quizás guardamos el corazón lleno de rencor.
Señor, enséñame a llorar como lo hacía David.