Hoy es el último día de la semana de oración por la unidad de los cristianos. Pablo describe cómo se produjo su conversión. Mientras la conversión de Pablo es, digamos, muy espectacular, la nuestra, seguramente, es más modesta. Ahora bien, tal como le dijo Ananías, hombre piadoso según la ley, también nos lo dice a nosotros: «El Dios de nuestros padres te ha elegido… porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Ahora, ¿qué te detiene? levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre». Más vale que no perdamos el tiempo, ¿verdad?