Hoy tenemos la última lectura del ciclo litúrgico, donde está la interpretación del significado de las bestias que veíamos ayer. Al final de la lectura, nos dice: «El reinado, el dominio y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos».
Señor, ¡qué grande eres!
Haz de esta oración como una jaculatoria que puedes ir repitiendo durante el día: es una forma de interiorizar la inmensidad de Dios.