El texto de Ezequiel termina así: «En cuanto a vosotros, mi rebaño, esto dice el Señor: «Yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío». ¿Cuántas veces la palabra juicio la vivimos como sinónimo de condena? Pero el mismo texto nos dice cómo entiende la justicia: «Buscaré la oveja perdida, recogeré a las descarriada; vendaré a las heridas; fortaleceré a la enferma; pero a la que está fuerte y robusta la guardaré: la apacentaré con justicia». ¿Esta es la actitud que esperas de Dios? ¿Pero es también tu actitud hacia los hermanos? ¿Es justo que lo hagas de modo diferente al de Dios?
Señor, quiero aprender de tu guía.