Moisés recuerda al pueblo todas las obras que Dios ha hecho en su favor. Hay una expresión al final de la lista de las maravillas que hay que tener siempre presente. Moisés recuerda: «Observa los preceptos y mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz…» En el fondo toda la acción de Dios va encaminada a que seamos felices. ¿Lo somos?
Señor, quisiera que nunca desapareciera de dentro de mí este sentimiento: soy tan feliz de saber que puedo vivir siempre en comunión contigo.