A nosotros nos puede pasar como al pueblo de Israel cuando hacía la travesía del desierto, que, ante las dificultades de la vida, refunfuñando, y nos cuesta ver el don que cada momento Dios nos hace. ¿Qué es lo que ahora me cuesta más? ¿Dios podría hacer algo sin que yo renuncie a mi libertad y mi responsabilidad?
¿Por qué no se lo pides?