Tobit, este hombre ejemplar que esta semana la Iglesia nos presenta como modelo, se encuentra en un momento muy delicado que puede hacer tambalear su fidelidad; se ha quedado ciego por un accidente desgraciado, y ni sus amigos, ni su esposa, le ayudan en su fidelidad moral; fijémonos qué le dice ella: «¿Dónde están tus limosnas y buenas obras? Ya ves de que te han servido» ¿Tienes la sensación de que, a veces, Dios abandona a quienes son rectos de corazón? ¿Por qué ser fiel en estos casos?
Señor, mi fe en Ti debe ir más allá de mis circunstancias personales. En los momentos de prueba temo tambalearme; que siempre tenga presente a hombres íntegros como Tobit.