El libro de la Sabiduría nos propone esta cuestión: «¿quién rastreará lo que está en el cielo?, ¿quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría y le envías tu santo espíritu desde lo alto?». ¿Qué consideras más difícil para conocer la voluntad de Dios? ¿Se lo pides?
Señor, alimenta mi corazón de tu sabiduría.