Meditar sobre lo que ha ocurrido en la propia vida y sobre la historia de nuestra comunidad creyente debería hacernos llegar a algo parecido a lo que dice cuando comenzamos a leer el texto de hoy: «La noche de la liberación les fue preanunciada a nuestros antepasados, para que, sabiendo con certeza en que promesas creían, tuvieran buen ánimo» ¿Has descubierto que tu fe ha sido un camino que te lleva, y nos lleva, a la libertad? En estos momentos, ¿vives con coraje tu fe?
Señor, haznos sentir el aliento de tu presencia.