Jeremías nos cuenta cómo el Señor lo hace ir a casa del alfarero para que entienda mejor lo que quiere hacer Dios: «lo mismo que está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel». ¿Cómo te dejas modelar por Dios?
Señor, modélame como tú quieras y que yo esté siempre a tu servicio.