Amós nos viene a decir que, si somos capaces de entender el significado de las cosas que se producen en la naturaleza, también deberíamos ser capaces de comprender cuándo un profeta habla en nombre de Dios. Y termina: «Prepárate al encuentro con tu Dios». Estate seguro que ahora estás ante Dios. ¿Cómo te has preparado?
Señor, que tu presencia no me agobie, sino que me libere.