Hay imágenes que explican mucho mejor el significado de una fiesta que todo un tratado de teología, porque subrayan unas actitudes en la vida que son fundamentales y, además, describen la relación de Dios con los hombres. Cuando hoy, la Iglesia nos invita a celebrar el Sagrado Corazón de Jesús, el texto de Ezequiel es como un tesoro de vida: «Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar… Buscaré la oveja perdida, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; fortaleceré a la enferma; pero a la que está fuerte y robusta la guardaré: la apacentaré con justicia». Cada una será atendida según sus necesidades. Así Dios lo hace por ti; ¿y tú lo haces igual por los demás?
Señor, ayúdame a ver en los demás sus necesidades, y que yo ponga en práctica la generosidad que me enseñas.