Las primeras palabras del texto nos pueden orientar sobre la forma como hemos acercarnos al misterio de Dios: «Esto dice la Sabiduría de Dios: «El Señor me creó al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas. En un tiempo remoto fui formada, antes de que la tierra existiera». Podemos tener la tentación de pensar que lo que no se puede tocar no vale; en cambio la Sabiduría es una realidad que va más allá de todo intento de querer cosificar la fe en Dios. Hoy tenemos una invitación a contemplar el misterio de Dios. Calla. Mira. Acepta. Disfruta.
Señor que tu Sabiduría impregne mi alma.