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29 de Marzo de 2022 martes IV de cuaresma (Ez 47, 1-9.12)

Si alguna vez has experimentado tener sed y no poder saciarte, descubres cómo el agua es fundamental para vivir. Hoy, con unas imágenes poéticas, Ezequiel nos habla de cómo el agua surgida desde el santuario, es decir desde el lugar en el que Dios habita, es una auténtica bendición, hasta el punto de que: «Esta agua corre por los valles… y desemboca en Mar de la Sal. Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas.» Nosotros sabemos que, espiritualmente, el agua viva es vida para nuestra vida.

Pero, ¿tenemos sed? ¿Qué necesito para que mi vida sea la vida en Dios? ¿Agua viva? ¿Qué es el agua viva para ti?

Señor, quiero tener sed de Ti.